La intervención multidisciplinaria efectuada por el municipio, en colaboración con la ciudadanía, posibilitó la restauración de la zona contigua a las vías férreas sobre el tramo de la calle Quinquela Martin en su intersección con La Meca: una acción que favoreció a los vecinos de Zeballos, Villa Esther y Don Orione.
El procedimiento desplegado permitió recomponer de 35 mil metros cuadrados en un área trascendental debido al enorme volumen de circulación peatonal y el permanente tránsito vehicular tratándose de punto geográfico estratégico debido a su conexión con diferentes barrios.
En la ocasión, el jefe comunal -Andrés Watson- dialogó con los varelenses y recorrió los lugares recuperados para supervisar la realización de las mejoras planificadas.
Las tareas ejecutadas consistieron en la optimización de los accesos mediante trabajos de desmalezado, descacharrización, cordoneo y forestación. Además, reconstruyeron las veredas empleadas por los frentistas para caminar, andar en bicicleta o realizar rutinas de ejercicios.
Utilizaron maquinaria de gran porte para remover montículos formados por desperdicios domiciliarios y recoger ramas acumuladas que generaban inconvenientes en el sistema de drenaje.
En simultáneo, emplazaron cestos de diferentes dimensiones donde verter desechos e instalaron cartelería con la leyenda “Prohibido arrojar residuos” para evitar la formación de basurales a cielo abierto.
Además, diversas carteras municipales instalaron sus stands: salud examinó el cumplimiento del calendario vacunatorio; Zoonosis para la inmunización y castración de mascotas; Desarrollo social, donde entregaban semillas de temporada.
“En este predio había un acopio permanente de basura. Detectamos la problemática y aplicamos acciones coordinadas para erradicarlo. Culminada nuestra labor, afrontamos el desafío de mantenerlo en buenas condiciones junto a la comunidad”, describió Beatriz Domingorena, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Obras en Santa Rosa
Posteriormente, la máxima autoridad distrital monitoreó las labores aplicadas en la plaza delimitada por las calles Bruselas y 647: un espacio icónico en el barrio frecuentado por una gran cantidad de niños debido a su proximidad con instituciones pedagógicas.
Las cuadrillas municipales demarcaron los senderos perimetrales, colocaron bancos de hormigón, cestos de basura y armaron un sector destinado exclusivamente a la diversión infantil con hamacas, toboganes, trepadores, tatetí más un panel musical.
“Deseamos que los ciudadanos vuelvan a utilizar el ámbito público como puntos de reunión, ofreciéndoles múltiples actividades lúdicas, deportivas y culturales gratuitas que combinan entretenimiento con aprendizaje al aire libre”, remarcó el intendente, Andrés Watson.
Los trabajos –financiados y desarrollados con recursos comunales- permitió la recuperación de un sitio totalmente renovado. Daniel, quien edificó su vivienda en la zona aledaña, subrayó la importancia de un procedimiento que benefició directamente a los chicos. “Ahora tienen un espacio verde seguro para divertirse”, afirmó.