El segundo trimestre del año muestra que la actividad productiva del distrito sufrió nuevamente una retracción en la industria, el comercio y la construcción.
Según el tradicional informe que realiza trimestralmente la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, durante el segundo trimestre de 2019, la actividad productiva en Florencio Varela sufrió una nueva retracción en las tres actividades económicas monitoreadas por el distrito: industria, comercio y construcción.
En este sentido, el Indicador Trimestral de la Industria Manufacturera (ITIM) tuvo una caída del -13,3% respecto a igual período del año anterior, acumulando cinco (5) trimestres de caídas consecutivas.
El Indicador Trimestral de la Actividad Comercial (ITCO), que analiza la evolución del comercio a través del nivel de ventas perteneciente a 130 locales representativos del sector minorista, mostró una caída interanual del -7,3%.
Por último, la actividad de la construcción medida a través del Indicador Trimestral de la Actividad de la Construcción (ITAC) también registró una caída interanual de - 14,1%. De esta forma, presenta el cuarto período consecutivo de caída interanual tras algunos trimestres de crecimiento.
Cabe señalar que estos tres sectores son dinamizadores del empleo, que a su vez generan un mayor consumo, una mayor producción, y un ciclo virtuoso de la economía, pero que hoy justamente está en el proceso inverso.
Ante estos indicadores, el Intendente Dr. Andrés Watson expreso que “el Gobierno Nacional y Provincial siguen promoviendo un modelo económico que beneficia a unos pocos como el sector energético, y agroexportador, pero que destroza el corazón productivo. Esto trae como consecuencia la merma del salario, la caída del consumo y por ende de la producción que se visibiliza con el cierre de pymes industriales y locales comerciales; en niveles nunca antes visto.
Por su parte, el Secretario de Industria y Desarrollo Productivo Lic. Martín Pollera hizo su aporte técnico, detallando: “El Plan de Transformación Productiva implementado desde 2016 propone una política de desindustrialización asistida, el cual no contempla el crecimiento de la industria ni de las pymes como actores protagónicos de nuestro desarrollo. La dolarización de los principales precios de la economía (tasas de interés, tarifas, combustibles, insumos y alimentos) crea un cuello de botella que inviabiliza la posibilidad de resolver los principales problemas de la economía.
Dados los resultados acumulados adversos durante los dos primeros trimestres del 2019 será difícil lograr que se revierta la tendencia contractiva. Los menores ingresos reales, siguen empujando al menor consumo interno. Esto acarrea la suspensión de personal o disminución de turnos de trabajo, que nuevamente atentan contra el consumo y la producción.