En esta significativa ocasión, Watson agradeció a las autoridades del establecimiento por llevar a cabo distintas actividades mediante las cuales se logra “mantener viva la memoria para lograr la verdad y la justicia”.

Asimismo valoró la presencia de dos de las sobrevivientes de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), quienes “tienen la valentía de acompañarnos hoy para poder contarles a todos ustedes y a los chicos de todas las escuelas, sus relatos en primera persona, sobre todo lo que padecieron durante ese terrible gobierno de facto. Es muy importante que todos sepan lo que sucedió y que cuiden la democracia para que esto nunca más vuelva a suceder”, finalizó.

Una vez realizada su alocución, la máxima autoridad procedió a entregar al colegio las banderas de ceremonia del distrito junto con la donación de un televisor para que los alumnos puedan utilizarlo durante el aprendizaje.

Por su parte, la directora de la institución, Noemí Serrano, hizo un resumen sobre lo ocurrido durante la dictadura militar y sus consecuencias, y a la vez llamó a defender la democracia y mantener la memoria a través de la educación.

Relatos en primera persona

La jornada finalizó con la disertación de Ana Testa y Cristina Muro, dos sobrevivientes de la ESMA, un lugar que funcionó como centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).

Con gran valor, ambas decidieron contarles a todos sus trágicas experiencias, y los establecimientos educativos fueron los elegidos para dar a conocer los relatos de aquel fatídico 24 de marzo de 1976.

“Nos presentamos en diferentes escuelas porque las generaciones futuras no saben lo que es un golpe militar o una dictadura, porque nacieron tiempo después. `Desaparecido´ es la única palabra que no tiene un sinónimo para explicar lo que quiere decir. Para hacerlo hay que formar una oración que explique el contenido y a partir de ahí nuestra lucha continua, sostener la memoria de lo que pasó en busca de la verdad y la justicia”, expresó, Cristina Muro durante el encuentro.

Por su parte Ana Testa detalló: “Nosotros, los sobrevivientes de los diferentes centros clandestinos, peleamos mucho por dar testimonio y ayudar. Lo que nosotros fuimos haciendo fue aportar esos granitos de historia para que se pueda armar algo, testificar y dar a conocer con nombre y apellido a los tipos que nos torturaron dentro del centro clandestino”.