La obra que permitió la ampliación del edificio denominado “Beatriz Mendoza” -ubicado sobre la ribera del Riachuelo, a metros del puente Bosch- fue ideada con el propósito de facilitar el acceso a la Justicia a los vecinos y vecinas oriundos de la zona sur de la provincia de Buenos Aires.

Fernández resaltó el valor de la inauguración tras las reformas efectuadas en el inmueble. Además, ponderó que los y las bonaerenses “tengan herramientas para que se pueda juzgar rápidamente el crimen organizado” y que “la ciudadanía tenga la Justicia que se merece”.

“Así como celebré que hubiera más fuerzas de seguridad en las calles de Buenos Aires, celebro también que haya una mejor Justicia”, enfatizó el jefe de Estado nacional. Posteriormente, agregó: “La reforma de la Justicia Federal busca que tengamos jueces dignos, éticos, moralmente irreprochables y técnicamente preparados”.

Finalmente, remarcó: “El Estado de derecho debe garantizarle al ciudadano que el que delinque va a ser apresado, procesado, juzgado y condenado. Y que una vez que cumpla su condena pueda volver a la sociedad. Ahí nosotros debemos ayudarlo a que se reinserte como corresponde”.

Kicillof calificó como “un suceso histórico para la provincia” la apertura del flamante polo judicial porque representó que “un millón de ciudadanos y ciudadanas en el sur del territorio bonaerense tendrán un acceso más sencillo y directo a la Justicia”.

Además, reivindicó la determinación de “culminar una serie de obras inconclusas que dejó la gestión anterior” en diferentes distritos “con la ayuda de los intendentes y las intendentas” a pesar de la pandemia.

Participaron los ministros Eduardo de Pedro (Interior), Marcela Losardo (Justicia) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas); el presidente de la Suprema Corte de Buenos Aires, Daniel Fernando Soria; una decena de jefe comunales; funcionarios provinciales y miembros del Poder Judicial.