“Se trata de la única enfermedad ginecológica crónica. Hasta el día de hoy no hay cura, no hay tratamiento específico y la investigación avanza muy despacio, respecto al tema”, explicó Contreras.

La endometriosis es una afección en la que el tejido que normalmente reviste el interior del útero (denominado “endometrio”) crece fuera del útero en lugares donde no debería estar.

La afección se produce cuando “en vez de salir por la vía natural, hace un retroceso y se va para el lado de las trompas y abdomen”, precisó Moreno.

Es decir, “puede tener adherencias el intestino, los ovarios y así subir hacia los pulmones, y en el peor de los casos ha llegado hasta el cerebro. El tejido endometrial migra y compromete otros órganos. Es una patología benigna pero que suele comportarse como un cáncer”, sumó la vicepresidenta de “Endohermanas”.

Asimismo, el doctor especialista comentó que la enfermedad “no se tenía en cuenta, se solían buscar diagnósticos sin pensar en la endometriosis”, explicó Moreno; detectarla “es muy difícil, precisa de estudios específicos como una laparoscopía o cuando se realizar una cirugía de abdomen o pelvis. Allí se encuentran los quistes endometriósicos, se retira el material y se efectúa un estudio histopatológico”, continuó y agregó que muchas veces “resulta ser un hallazgo”. 

Los síntomas suelen ser dolor menstrual incapacitante, que produzca una alteración en las actividades habituales y vida cotidiana; dolor al momento de tener relaciones sexuales; estreñimiento o diarrea, dentro y fuera de la menstruación; sangrados abundantes –hemorragias-. “Todas alertas a las que debemos estar atentas porque nuestros cuerpos hablan”, reflexionó Yanina.

Lapidaria con la escasez en la visibilización de la Endometriosis, Contreras manifestó que se tarda “entre 7 y 10 años en ser diagnosticadas y esto hace que la enfermedad avance. Es una enfermedad silenciosa porque la mujer suele naturalizar el dolor”.

Ambos señalaron que las razones que generan la enfermedad no pueden especificarse, pero según Yanina afecta a 1 de cada 10 mujeres. El presidente de la Sociedad Argentina de Endometriosis se encuentra realizando un registro porque lo que el porcentaje puede verse alterado.

Sin embargo y a partir de las conversaciones con mujeres y diversos estudios, Contreras apuntó a la contaminación como una de las causas a partir de observar un aumento de casos en zonas rurales –por los agroquímicos- y áreas de minería.

Compromiso en las políticas sanitarias

Ambos protagonistas expresaron en el piso de la Radio Municipal la decisión política del poder Ejecutivo local y el accionar del Honorable Concejo Deliberante para respaldar a las activistas involucradas en la problemática. Con la campaña “Si duele, no es normal”, Endohermanas activó los vínculos estatales.

“Laura Ravagni, presidenta del HCD varelense y Beatriz Tobío, concejal con mandato cumplido, diseñaron junto al doctor Osvaldo Moreno, un proyecto que impulsa la concientización y decretar de Interés Municipal el 14 de marzo”, recordó Contreras. Así, el 28 de noviembre de 2018 fue aprobado.

El día Mundial de la Endometriosis se conmemora cada 14 de marzo. En Varela, se declaró de interés legislativo por resolución 46/18 del Concejo Deliberante; y de Interés Municipal por decreto 285/19 del Departamento Ejecutivo, donde el intendente Andrés Watson, que dispuso a la tercera semana de cada mes de marzo como la semana de la endometriosis a fin de desarrollar acciones de difusión y concientización para el diagnóstico precoz y tratamiento.

Por su parte, Moreno sostuvo la importancia de que “el intendente Andrés Watson sitúe a la salud como eje de gestión”, lo que posibilitó que las capacitaciones en los médicos de la atención primaria, no sólo los especialistas en ginecología.

De igual modo, el doctor indicó que “los pacientes nos enseñan mucho. Pero también hay una decisión política de trabajar en red. Los que trabajamos para la mujer estamos esperanzados que siga así y es un honor acompañar a las mujeres porque nos necesitan como profesionales y nosotros a ellas como compañeras”.

El movimiento de mujeres involucradas trascendió hasta lograr que el 14 de marzo tanto el Puente de la Mujer como el Obelisco estén iluminados de color amarillo. “Hemos trasformado el dolor en lucha”, concluyó Contreras.