En la charla, explicaron que las tosqueras, resultantes de la explotación minera, parecen calmas y sin riesgo a la vista, pero por su profundidad, los cambios abruptos en el nivel del agua en pocos metros y el tipo de suelo arcilloso, son en realidad tanto o más peligrosas que el río.

Además, se trata de suelos limo-arcillosos, lo que no permite hacer pie. Tampoco tienen un fondo firme para que un nadador pueda impulsarse; por el contrario, los bordes y fondos resultan adhesivos, resbaladizos e imposibles de sostener pesos como los de un humano.

Más allá de las características físicas, se recuerda que por tratarse de propiedades privadas, al ingresar a estos terrenos pesan acciones legales.

Durante la jornada, se procedió a la reinstalación de cartelería fija de prohibición en los accesos a la denominada “Cava de Scarpatto”; mientras que con la colaboración del Voluntariado Ambiental, se recorrió el barrio, se habló con cada vecino y se distribuyó en mano folletería gráfica, tanto en la vía pública, como en las instituciones educativas, entidades barriales, centros de salud, comercios de la zona y casas particulares.

Por último se realizó un encuentro con miembros de la comunidad de la zona y representantes de las áreas de Ambiente, Desarrollo Social, Seguridad y Salud. Cabe destacar que estas acciones se intensificarán durante todo el período estival.

Desde su cuenta de twitter, el intendente Julio Pereyra reiteró la advertencia respecto al tema. “Como todos los años, les pido que tomemos consciencia del peligro de nadar en las tosqueras”, recordó.