“El paso del tiempo no debe borrar las historias que albergaron las paredes de la institución porque sobre ellas construimos con esmero tanto el presente como el futuro de cada niño”, reflexionó Ángela Guzmán -Directora de la Escuela Primaria Nº57- como bienvenida a vecinos, padres, alumnos, profesores y autoridades para conmemorar el vigésimo quinto aniversario del colegio.

El establecimiento educativo celebró sus bodas de plata decorado con los colores patrios durante una mañana soleada repleta de emoción, recuerdos y alegría. Tras descubrir una placa alusiva a la fecha en la entrada principal, la celebración comenzó en el patio central.

Julio Pereyra resaltó la importancia de la entidad debido al crecimiento poblacional en el lugar y valoró el acompañamiento colectivo para consolidar una extraordinaria trayectoria en la instrucción de los varelenses.

“La educación es una herramienta imprescindible para formar ciudadanos. De esa manera, podemos cambiar la realidad de un distrito: otorgándole igualdad de posibilidades a todos los sectores de la sociedad”, afirmó el Intendente.  

Los pasillos estimulaban la memoria a través de fotografías distribuidas en cada rincón. El desafío era reconstruir momentos: excursiones a “Mundo Marino” o el Museo Histórico Provincial “Guillermo Enrique Hudson”, la participación en el programa municipal “Boleta de la Vergüenza” y la Feria de Ciencias más los diferentes proyectos institucionales.   

El Jefe Distrital de Educación, José Cerone, valoró el aspecto académico: “La presencia de un ámbito de aprendizaje para los chicos durante tantos años resulta esencial para el desarrollo de las personas y la mejoría en las condiciones de vida”.

Con mucho esfuerzo, mejoraron la estructura edilicia y ampliaron su capacidad debido a la demanda formulada por los pobladores de la zona. La matrícula aumentó de manera significativa hasta contabilizar 669 estudiantes.

“El crecimiento es consecuencia de una labor sostenida por todo el personal más la colaboración de toda la gente que llegaba al barrio. La escuela es una oreja gigante para la comunidad. Cuando la comunicación es fluida entre ambas partes, las oportunidades florecen”, explicó la ex titular, Mónica Guerrero.