Vecinos, padres, alumnos, docentes, auxiliares y directivos protagonizaron un cálido reencuentro en el patio central de la institución. La comunidad unificó voluntades para restaurar el edificio. Una auténtica demostración de solidaridad, perseverancia y afecto.

“Agradecemos el absoluto respaldo tanto del barrio como del personal involucrado en las tareas. Su colaboración resultó imprescindible para garantizar el funcionamiento de la escuela. Afrontaremos con más fuerza el trabajo diario”, afirmó Marta Toranzo, Directora del colegio ubicado en el corazón de Don Orione.    

El mandatario comunal -Julio Pereyra- recorrió las instalaciones junto a la titular de la primaria e integrantes del gabinete municipal para observar los daños ocasionados tanto en paredes, pisos y puertas como en materiales educativos.  

“Iniciamos el trayecto por la planta alta, mostrándole el lugar donde ingresaron. Continuamos por los distintos salones para observar los sectores con mayores averías. El Intendente ofreció su ayuda para reponer los bienes estropeados”, describió.

Posteriormente, resaltó el desempeño de las autoridades por su rápida intervención para solucionar las necesidades elementales que posibilitaron reanudar el ciclo lectivo. “Arreglaron la grifería de los baños y la cocina. De esa manera, pudimos tener agua para comenzar la limpieza”, recordó.

Adrián Sosa, trabajador de Mantenimiento perteneciente al Consejo Escolar, exhibió su satisfacción al observar “el regreso de los chicos”. Además, detalló los trabajos realizados en plomería más el cambio de vidrios y cerraduras.

Una semana después del lamentable suceso, los estudiantes retornaron a las aulas. La Escuela Nº 17 -“República de Portugal”- volvió a su rutina cotidiana: un ámbito de aprendizaje repleto de amor para la capacitación de los niños.

“Aguardaremos la resolución de la Justicia. Mientras tanto, reorganizaremos el archivo y reconstruiremos los expedientes. Las mayores dificultades están en el ámbito administrativo”, reveló Toranzo.