“El sueño de correr el Dakar hace muchos años que está presente en mí. Yo lo seguía por medio de revistas cuando se corría en África pero uno siempre tiene la esperanza de poder correrlo y gracias a Dios pude hacerlo desde el 2012”, cuenta Pose Romero, quien también deja un mensaje para los que ansían participar de tremenda experiencia: “Ningún sueño es imposible. En mi caso, siempre quise ser navegante, desde el año 94 que vengo trabajando para esto”.

Oscar no se olvida de la ciudad donde vive y que le permitió edificar su sueño: “Representar a Varela en una competencia como esta, es un momento único e imborrable. Yo siempre aclaro y digo que soy un navegante de Florencio Varela”, expresa con orgullo.

En la primera gran experiencia del 2012, Pose Romero formó equipo con Dante Rota en camioneta, en el 2014 y 2015 estuvo junto a José Luis González, también en camioneta, y ahora en el 2016 compitió junto a los hermanos Esteban y Andrés Germano, en camiones.

El navegante expresó sus sensaciones antes de largar: “Uno larga con la idea de cumplir todas las etapas, después la carrera te va presentando distintos obstáculos y hay que ir sorteándolos”.

En esta última travesia, Oscar contó los riesgos que debieron asumir para poder participar de la carrera de camiones: “Cuando mi amigo desde hace años, Andrés Germano,  me invitó a correr esta edición y me dijo que está la opción de correr sin asistencia mecánica, que implicaba hacernos cargo de todas las reparaciones del camión, yo acepté porque iba a ser un lindo desafío para el equipo”, dijo.

Gracias a esta tremenda sensación que provoca participar de la competencia más exigente del mundo, el navegante varelense cuenta con miles de anécdotas que ilustran lo complicado, sacrificado y espectacular que es formar parte del Dakar: “ En la etapa de Belén-Belén, en el vecino país de Bolivia, mientras realizaba la carrera dentro de la cabina de los conductores soportamos más de 70º de temperatura, inhumano”; también recordó cuando ayudaron al piloto estadounidense, Roby Gordon, a terminar los últimos 80 km de la octava etapa, donde el reconocido piloto los filmó mientras lo remolcaban para llegar a destino.

Oscar se denominó como un fanático de los deportes, pero también hizo una reflexión sobre su pasión por los fierros: “Para los amantes de los roads es la aventura que todos quisieran vivirla en algún momento. Es un desafío supremo, porque son 15 días de competencia donde se pone a prueba el vehículo, el ser humano, es la aventura”.

Por último, el deportista cerró con la descripción de su llegada al Monumento de la Bandera en Rosario: “Cuando finalizamos la etapa en Córdoba fue una emoción increíble porque nos miramos y dijimos llegamos pero lo que fue el trayecto hacia Rosario nos emocionó aún más porque la gente cuando parábamos a cargar combustibles nos aplaudían y nos felicitaban como héroes y eso es una mezcla de sensaciones únicas e irrepetibles”.

De las cuatro  ediciones que participó, Oscar Pose Romero finalizo dos veces completo el Rally Dakar; la primera fue en 2012 con Dante Rota, en la posición Nº75;  y en la edición 2016 junto a los hermanos Germano, en la posición Nº28.